martes, 24 de febrero de 2009

Se me olvidó

Jack Twein, era un tipo sin suerte, en los estudios, el amor, los pocos negocios que había intentado iniciar, el infortunio y la desazón eran constantes que abrazaban cada paso de su vida. Siempre iba por ahí maldiciendo su destino y sintiéndose infeliz, en pocas palabras era un perdedor.

Cursaba el último ciclo de universidad de la carrera de Economía, con pocos amigos, siempre pasaba desapercibido en los lugares donde se encontraba. Tanto fue así que el conductor que lo atropelló un jueves de otoño, no lo vio cruzar la acera. Jack se dirigía a su facultad, era una noche lluviosa, el carro patinó al momento de frenar, pero no pudo evitar el impacto.

Jack estuvo consciente todo el trayecto al hospital, a pesar de que no se movía y tenía los ojos cerrados, estuvo pensando que sería mejor si se moría, pero luego llegó a la pronta conclusión que según su suerte, ese sería un final que no se lo iba a conceder. Y como yerba mala.. , ya saben los demás. Jack sólo intentó dormir.

Sus padres fueron a visitarlo, algunos amigos, pero Jack no estaba recuperado del todo, no hablaba con nadie, aún permanecía vendado, y no podía más que gesticular ademanes, los doctores esperarían los resultados para dar su diagnostico.

En cama y vendado, Jack empezó a hacer un rápido análisis de toda su vida, llegando a creer firmemente que no quería volver a ser la misma persona, cuando salga del hospital, ¡quiero ser otro!, ¡quiero ser otro! ,se repetía constantemente¿ Cómo lograrlo?.

Mientras cavilaba sobre el asunto recordó una pequeño texto, de un libro que leyó hace años: “Sólo el hombre que se anule así mismo, tendrá el poder para hacer lo que siempre quiso, el miedo y la vergüenza, son defectos que existen en todos los corazones, pero no en todos los cuerpos”

Quizás el texto significaba una cosa muy diferente a lo que Jack interpretó, pero él llegó a la conclusión de que si quería eliminar a Jack Twein el perdedor.Tendría que ser otra persona, otra mente, otra personalidad, otra sustancia, a pesar de seguir llamándose y pareciéndose a él mismo.

Luego de unos días Jack parece mejorar y el Doctor entra en la sala para hablar con él por primera vez.

-Que tal Jack ¿Cómo estas?, le has dado un gran susto a tu familia, sabes tuviste mucha suerte, Dios debe tenerte en su gracia. El paciente no contestó y pareció mirar hacia la ventana.
-Podremos darte de alta en dos días más, ah que suertudo, !vamos chico!, diga algo.
-Disculpe Doctor ¿ Quién es Jack?, El galeno lo miro con preocupación, luego su rostro gesticuló una sonrisa. -“ Va que muchacho, que bromista me salió.
-Usted, usted es Jack Twein
-No lo creo, me acordaría.

El doctor telefoneó a los padres de este, para darles la mala noticia, su hijo había perdido la memoria, de forma increíble, rara, Jack no recordaba nada de su vida.

Ya restablecido en casa, todos estaban tristes, familiares amigos, conocidos, aunque todo el mundo pensaba que aquella desgracia no era producto más de la “suerte” de su hijo.
Por otro lado Jack, parecía no importarle lo que la gente opinara, Su madre se quedó estupefacta al verlo alistarse como si nada hubiera pasado para ir a la universidad.-“Habré perdido la memoria pero no como estudiar”.

En la facultad todos parecían esperarlo, para burlarse o simplemente curiosidad, esperaban ansiosos su llegada. Al entrar por la puerta, parecía otro, caminaba erguido, con soltura, seguro. Sus amigos conversaban con él con comparecencia al principio, pero su opinión sobre Jack fue cambiando.

No era el mismo tipo miedoso y triste, hasta las chicas lo veían más guapo, hablaba con galanura, se expresaba con propiedad, dentro de muy poco su imagen cambió dentro de la universidad.

No había concurso donde no participara, fiesta donde no fuera, ayuda que no brindara, consejo que no diera, se volvió el primero de su clase y logró entrar al tercio estudiantil. Jack Twein por fin había podido eliminar su otro yo, ese que tanto odiaba.

Sólo le faltaba algo, Alejandra era una amiga suya que conocía desde primer ciclo, y que le gustaba desde ese tiempo, pero que había visto reducido sus posibilidades, debido a que él se consideraba poca cosa y ella salía con otros tipos.

Pero eso era pasado, el nuevo Jack era capaz de todo, desde su cambio, su amistad con Alejandra se había acercado más, hasta hacerse íntimos.

Había planeado declararle su amor en la pista de patinaje de un conocido centro comercial, se encontrarían a las siete en el lugar.

Cuando estaban juntos, Jack daba piruetas y saltos acrobáticos (al parecer había obtenido también la habilidad para esto), como dibujando su cariño por ella. Mientras ella miraba absorta a su presumido pretendiente.

En un cálculo fatal de Jack y del destino, piso mal con la pierna derecha, haciendo que cayera irremediablemente al suelo, golpeándose la cabeza con fuerza. La chica miraba con pavor el cuerpo inmóvil del muchacho. Lo reanimaba con besos y súplicas, Jack empezó a reaccionar poco a poco.

-¿Jack estás bien? ¡Por favor dime que estás bien! El chico miró con melancolía el rostro de Alejandra.
- Jack, ¿ quién es él?

4 comentarios:

  1. q demuestra esto??... q no tenemos suerte, q dios no nos kiere.. o q no valoramos kien somos al final. Aunque "seamos tontos toda una vida" un solo acto, una sola decisión cambia la forma en comonos vemos y como nos ven / el keria morir no? q todos lo olviden pues "su deseo se cumplio" pero al reves... eso es suerte o ironìa?...

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  2. suerte o ironía?, no , simplemente así es la vida, la tenemos que aceptar ya seamos nosotros mismos o alguien más

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  3. mmmm suerte ..ironica?
    pensar ser o no ser alguien
    depende de cada uno
    si no eres unico te recordaran ... seas o no visto bla bla bla

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