sábado, 1 de agosto de 2009

Café

Andrés ingresa a la cafetería que acostumbra ir todos los viernes después de salir del trabajo. Entra a paso pausado y se dirige a la barra a tomar su bebida preferida,un café con crema. Pide, paga y se acomoda en el asiento para difutarlo. Da un sorbo y medio distraido piensa en lo bueno que está, toda la mañana ha estado ruiseño, pensativo. Sus ojos recorren el lugar vagamente, cómo esperando algo, vuelve a dar otro sorbo cuando su mirada se encuentra con otra, una mirada penetrante, femenina, cautivadora. El encuentro visual hace que Andrés pierda "equilibrio" y deje caer algo del líquido por la comisura de sus labios.

-Mierda-dice-en voz baja. Piensa que de nuevo ha quedado como un tonto frente a una mujer. La chica se acerca lentamente y se sienta a su derecha, con un encanto natural acomoda su bolso frente al mostrador y pide un café negro.

-Hola-Saluda ella de forma muy casual

-Hola. La mira embobado hay algo en su mirada que lo "desarma" y le impide actuar con normalidad. Algo que ya ha sentido antes, una sensación que no es nueva. Esa mirada cautivadora, esos ojos verdes penetrantes, que nunca como hoy los vió tan cerca.

-Te acuerdas de mí-dice ella-.Como no acordarse hasta estuvo pensando en ella esa mañana en el trabajo, los amigos, la universidad, la univesidad...

Aún a pesar tenerla frente a él, parecía tan lejana, tan etérea, díafana.

-Claro, la San Martín, ahh 3 o 4 ciclo creo. En realidad se acordaba a la perfección los ciclos que había estudiado con ella. La vio por primera vez en 3 ciclo, aunque no la conocía, la volvió a encontrar en 6 ciclo y seguía sin conocerla.

-Esboza una sonrisa-Si me acuerdo más de el último ciclo

-Si, ha pasado mucho tiempo, y como has estado

-Viajando, conociendo lugares, personas, aquí, en todos lados...Mientras hablaba, Andrés recordaba los días en la facultad, los días en los que paraba enamorado de ella, y sin poder acercarse.

-Pues yo tengo un trabajo de oficina, trabajo en la Municipalidad de Lima, tu sabes burocracia pura. Ella sonríe, con esa forma especial que tiene, entre maliciosa y dulce.

-Y sigue apasionandote la fotografía. Él quería preguntarle otra cosa pero son esa clase de preguntas que salen en situaciones algo incómodas, cuando no sabes o no tienes que decir.

-Algo sorprendida ella dice-Se me notaba tanto jaja, bueno he trabajado en el extranjero como fotógrafa freelance para algunas revistas importantes.

-Bueno nunca me lo dijiste pero siempre te veía con tu cámara, tratando de "aprisonar la realidad", dijo Andrés en tono bromista

-Te hubieras acercado alguna vez, quizás te hubiera hecho un foto gratis- dice ella- en forma graciosa

-Si quizás alguna vez. La verdad hubieron muchas veces en la que él pudo acercarse y decir "hola", pero nunca pudo. También hubieron muchas veces en la que ella hubiera querido que Andrés se acerque, pero él nunca pudo.

-Sigues mirándome de esa forma, no has cambido. Andrés se ruborizó-maldita sea-Él tenía ese problema de mirar fijamente, como embobado. Y aún más sucedía con ella.

-A que te refieres-dijo tratando de aparentar tranquilidad.

-A esa forma, como perdido, lejano, algo tristón, como tanteándome. Bueno no había dicho enamorado que era quizás la descripción más exacta, aunque de repente no era necesario decirlo ya.

-Me mirabas asi en la universidad, en clase, los pasillos, en el patio, siempre tenías esa mirada. La conversación estaba tomando otros rumbos que Andrés no le gustaba descubrir.

-Y porque piensas que te miraba así. Apesar de la normalidad de sus palabras, él estaba medio rígido clavado en su asiento.

-No lo sé, pueden ser muchas cosas-dijo-mirándolo directamente a los ojos. A él le gustaba esa forma como decía las palabras, como retorciendo los labios.

Andrés no estaba seguro de lo que iba a decir a continuación, pensó que era de alguna forma humillarse más, pero ahora las cosas parecían diferentes. Y dijo lo que tendría que haber dicho hace 3 o 4 años.

-Era porque me gustabas.Ella se reacomodó en su asiento, como las personas que reciben una noticia mala y quieren asimilarlo

-Y porque nunca me lo dijiste

-Ahh, bueno , porque,..porque era un idiota. Si quizás esa era la descripción más exacta.

Ella apagó un carcajada y hizo otro gesto que Andrés adoraba en las mujeres. Lentamente con su mano acomodó su cabello largo detrás de un oreja, para oír quizás mejor, él no lo sabía. Son esos hábitos secretos de las mujeres que son encantadores y muy sexys.

-Ha pasado bastante tiempo no, en esos años todos éramos diferentes

- Y algo tontos también ...

Riéron un rato y hablaron de todo un poco, sobre todo de la universidad, los buenos profes, los malos, los que los castigaron, algunas noticias ,chismes, maestros que se casaron, bodas de amigos cercanos. Despues de un rato...

-Ya me tengo que ir, tengo una cita de trabajo. Andrés que simulaba desparpajo, pero se encontraba muy perturbado dijo- Y te volveré a ver

-Siempre vienes a este lugar

-Es mi preferido-dijo Andrés

-Pues la próxima vez que te encuentre invitame un café.

Él la vio alejarse hermosa y bella, pasó por el recibidor, salió a la calle y aún pudo verla por las ventanas transparentes del local. Se alejó con una sonrisa entre labios y lanzó una última mirada hacia el interior del café, de esa forma seductora y sutil que tanto gustaba y perturbaba a Andrés.