viernes, 20 de noviembre de 2009

Alejandro y Ana

Alejandro: Todo mi afecto puse en una ingrata y ella inconstante me llegó a olvidar,si así se trata un cariño sincero, amor, amor no quiero, no quiero más amar.

Ana: No existe amor, todo está roto.Te amé, no te amo ya: piénsalo al menos.

Alejandro: Tú sabes que juramos yo ser tuyo, y tú sólo mía. Yo cumplí, y tú no te acordaste más, mayor, mayor falsía, jamás hallar espero, amor,amor no quiero, no quiero más amar.

Ana:Mi amor lo has destrozado sin piedad; mi orgullo una vez y otra vez pisaste insano,más nunca el labio exhalará un murmullo para acusar tu proceder tirano.

Alejandro: He deseado a otras lo confieso, pero solamente a tí, te he querido.Contigo solamente fui vencido bajo el arma triunfante de tu beso.

Ana: Ni una palabra quedará, siquiera, amor que eras mi amor, que eras mi vida. Ya no te digo adiós, ni hay despedida ni volveré a llorar por lo que fuera.

Alejandro: Yo te digo que por encima de las tentaciones por encima de las oscuras seducciones,por encima de los besos que he robado,a ti te amé y hoy a ti te amo.

Ana: Amor que eras mi amor, estas tan lejos que tu imagen se vela en los espejos y está la niebla donde había llamas.

Alejandro: No, no digas adios aún, mi amor, no se se olvida de tus dulces caricias. Nuestro tiempo no es pasado, es ceniza que renace, con un pensamiento tuyo, con una sonrisa basta.

Ana: Oigo voces, pero no te escucho, oigo que rondas pero no te veo, vuelvo a escuchar tu voz, pero no creo. Ya no importa si estás ni si me llamas. Así debe de ser nuestro destino, un camino errante sin regreso.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Todos tienen una Sheccid

A veces he pensado que esto de la soledad es sólo un momento pasajero, que se irá con el tiempo, con la llovizna de Lima, y sus mañanas frías. Voy a la universidad, entro a clases, pero no escucho a los profesores, o en su mayoría (sobre todo si es relaciones públicas). Falta muy poco para que acabe el ciclo, y siempre estoy tanteando a algo o a alguien.

Ya llegará, digo yo, aparecerá delante de mí, y sin importar que sea un tipo muy distraído, desentrañará mis sentidos, sacándome de mi ensimismamiento. Lo he buscado desde que despierto por inercia en la mañana, intento pensar que me lo cruzaré el bus para ir a mis clases, que subirá con un libro en la mano, y con la otra acomodándose el cabello. En sus diferentes formas o combinaciones será única no porque sea perfecta sino porque yo lo pienso así.

Converso con los amigos y ellos hablan de aquello, puedo ver su disfrute en los parques y en los bares de café. Ya llegará pienso de nuevo, es cuestión de tiempo, de tratar, de transar, de estar con los ojos abiertos.

Quizás lo he idealizado, quizás lo he visto pasar y no hecho caso, frente a mi rostro, mis pupilas y mis manos. Me ha dicho hola ¿cómo estás? ¿Quieres pasear un rato? Ha estado sentado frente a mí, me ha acompañado en esos días de trabajo ¿y no lo he visto?

No lo sé, yo sigo buscando, yo sigo tratando, no me doy por vencido, no retrocedo un paso. Yo busco: el amor.